lunes, 24 de marzo de 2014

Alergias y Antihistamínicos



Muchas personas empiezan a sufrir síntomas alérgicos con la llegada de la primavera. La llamada alergia primaveral afecta al 10% de la población. 
La alergia es la respuesta del organismo ante el contacto con determinadas sustancias externas, como el polen, el polvo y los ácaros, agentes responsables de la hipersensibilidad.

La Histamina

En nuestro organismo la histamina se sintetiza intracelularmente a partir del aminoácido histidina. Poseemos una serie de receptores específicos (H1,H2,H3) relacionados con dicha amina, la cual está involucrada en multitud de respuestas a nivel local.

Los efectos farmacológicos más importantes de la histamina en nuestro organismo son:

1) Aparato cardiovascular (acción H1):  

Genera dilatación de los pequeños vasos, disminución en las resistencias periféricas, hipotensión, taquicardia refleja y generación de edemas (por extravasación de proteínas plasmáticas).

2) Aparato respiratorio (acción H1)

Broncoconstricción.

3) Sistema Nervioso (acción H1)

A nivel de las terminaciones nerviosas aparecen sensaciones de picor, escozor y dolor.

4) Aparato Digestivo (acción H2)

Aumento de la acidez



Los fármacos antihistamínicos lógicamente son moléculas específicas capaces de modular los receptores de la histamina (H1, H2 y H3). Ante cualquier cuadro alérgico, como es el caso de una urticaria, una picadura, un proceso catarral alérgico, etc empleamos como medicamentos los llamados antihistamínicos o Antagonistas de los receptores H1.

Sus acciones farmacológicas se centran en bloquear el aumento de la permeabilidad capilar, el picor y la broncoconstricción provocada por la histamina. Tenemos que tener en cuenta que estos fármacos presentan efectos a nivel del sistema nervioso central, siendo su efecto más molesto la sedación y las acciones hipnóticas, lo que se considera un efecto adverso muy frecuente en este tipo de medicamentos, estando contraindicados en la conducción de vehículos.
Por otro lado presentan acciones antiheméticas y anticinetósicas, resultando útiles en cuadros de vómito y mareo.

Los antihistamínicos pueden emplearse para tratar diversos problemas, siempre que previamente se haya potenciado o aprovechado alguna de sus acciones desde un punto de vista farmacológico, reduciendo al máximo otras acciones no deseadas según la patología a tratar. Por ejemplo, la doxilamina (Dormidina) se emplea por sus acciones sedantes e hipnóticas para inducir el sueño en problemas de insomnio ocasional. El dimenhidrinato (Biodramina) por su parte, se emplea como antiemético y anticinetósico. Mientras que la cinarizina (Sibelium) y la flunarizina (Flurpax) se emplean en el tratamiento de la profilaxis de la migraña, por su acción vasodilatadora a nivel cerebral. La ciproheptadina (Periactin, Glotone) y el pizotifeno (Mosegor, Sadomigran) también resultan útiles en la profilaxis de la migraña y el tratamiento de la anorexia, gracias a sus propiedades antiserotoninérgicas. Y la difenhidramina (Bisolvon) se emplea en determinados cuadros catarrales por su acción antitusígena.

Los antihistamínicos-H1 de segunda generación son un tipo de fármacos diseñados específicamente para disminuir al máximo los efectos secundarios de este grupo de principios activos y potenciar las acciones antialérgicas propiamente dichas. Presentan una mayor selectividad por el receptor H1, su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica es muy baja, por lo que sus efectos centrales son mucho menores, hablando así de un índice de sedación y somnolencia mucho más bajo.
Su actividad anticolinérgica es muy pequeña, por lo tanto los efectos secundarios asociados a este bloqueo se ven considerablemente reducidos (sequedad bucal, sequedad en los ojos, retención urinaria, estreñimiento, etc).

Antihistamínicos H1 de segunda generación

- Cetirizina 
- Astemizol
- Terfenadina 
- Ebastina
- Loratadina
- Azatadina
- Azelastina
- Levocabastina (muy útil frente a la conjuntivitis alérgica).


Usos terapéuticos de los antihistamínicos:

Urticaria
Rinitis catarrales y gripales
Conjutivitis alérgica
Dermatitis por reacciones de hipersensibilidad
Reacciones anafilácticas y picaduras

Otras acciones:

Anticinetósica
Antiemética
Hipnótica
Antitusígena

Reacciones adversas más frecuentes de los antihistamínicos:

Somnolencia, cansancio, descordinación de movimientos.
Visión borrosa, sequedad de boca, nariz y garganta, dilatación de las pupilas,
retención urinaria y estreñimiento.


Fuente
eltallerdelboticario.blogspot.com

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